viernes, 26 de noviembre de 2010

Breve historia del Edificio La Previsora

Esta edificación es una obra del  arquitecto y escultor chileno Hugo Faggioni. Su construcción inició en 1920, para el año 1936 se había extendido hacia la calle 9 de octubre y en 1938 se inaugura la totalidad del edificio, incluyendo la ampliación hacia la calle Pichincha y la calle P. Ycaza.
El Edificio La Previsora es un edificio esquinero con soportal, cuya esquina se encuentra cortada formando un tercer plano a manera de transición de las fachadas principales, posee un frontón con el nombre del edificio y un edículo con frontón en la ventana triangular esquinera con arco de medio punto, diferente  a las del resto de la edificación.
La fachada está determinada por la doble columna de capitel compuesto y fuste liso, que recorre el edificio y sostiene la cornisa, sobre ésta se apoya un entrepiso con una hilera de ventanas hacia la calle. Lo que más destaca de esta obra son sus ventanas semicirculares a manera de arco de medio punto con balcones.
Hasta 1995 en este lugar funcionaron las bóvedas del Banco La Previsora y en el año 2009, la compañía guayaquileña Tarcom compró la propiedad a la empresa Chalver  por 4 millones de dólares para convertirlo en una tiendo de ropa llamada RM.
Después de esta venta, el edificio terminó transformándose en una especie de centro comercial, donde la actividad bancaria es casi nula. Solo una agencia del Banco Territorial mantiene el movimiento para el que fue construido este inmueble.
Lo atractivo de este edificio histórico, aparte de su estructura, es que en su fachada tiene empotradas dos placas que resaltan la importancia del lugar. Allí se celebró el 26 de julio de 1822 la entrevista entre los generales San Martín y Bolívar, cuando aún era una casa familiar del banquero español Manuel Antonio de Luzarraga y Echezurria.
Este edificio forma parte del Patrimonio Cultural de Guayaquil, y a pesar de pertenecer a una empresa privada, el edificio conserva su arquitectura original intacta. Sin embargo considero que el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural del Ecuador (INPCE) debe preocuparse más en darle constante mantenimiento para que el edificio no sufra ningún daño, que pueda mermar su belleza arquitectónica; pues esta edificación es el ejemplo del poder de la Banca guayaquileña de los años 30.



Jimmy Vásquez B.

No hay comentarios:

Publicar un comentario