sábado, 29 de enero de 2011

La palabra da vida


La palabra es una gran herramienta para poder expresar nuestras ideas, sentimientos, frustraciones, malestar, entre otras acciones propias del diario vivir nuestro. Por este motivo tenemos varios ejemplos de como la palabra genera unión y vida.

Un padre y una madre desde que su hijo está en formación le dicen cuanto lo quieren, y aunque el bebé no escuche, siente el calor fraterno de sus padres. Esto  vale más que mil palabras. 

La mayoría de los políticos utilizan la palabra como su mejor aliada para persuadir a fácilmente a las personas que en un futuro irán a las urnas para dar un voto, los políticos se valen de expresiones llenas de florituras y palabras adornadas que al escucharse en el mitin político las personas que asisten quedaran enamoradas de su discurso y seguramente sufragaran a favor del candidato a algún puesto legislativo.

Un hombre enamorado hace lo posible por conquistar a su amor, para ello él hombre se vale de la palabra para enamorarla, en este caso las palabras salen del corazón. Donde con tan solo decir un te quiero o un te amo vale para ganarse el cariño de su amada.

Un sacerdote se vale de la palabra de Dios para evangelizar a la comunidad Cristiana, él utiliza la biblia para transmitir sus ideas y dirigir un sermón que sirva para que los devotos  reflexionen de sus actos para con Dios, el prójimo y ellos mismos.

Un profesor no solo le imparte conocimientos escolares a su alumno sino que enseña a como portarse a en el día a día ya sea con sus compañeros, padres, autoridades etc. Aquí se vale de la palabra llena de valores con tinte moral y espiritual.

DIEGO ANDRADE
#1

viernes, 28 de enero de 2011

La palabra y yo

Considero a la palabra como un herramienta, que si es usada correctamente puede ser una gran aliada a la hora de tomar decisiones, pero si no la sabemos emplear puede tornarse en un arma en nuestra contra. Pues es tan poderosa que es capaz de matar, literalmente hablando, a un individuo.
Muchos la toman como un bien tan preciado que no merece ser mancillado, pues para ellos es la sustentación sonora de sus más sinceros sentimientos y deseos, por ende la convierten en la prueba irrefutable y la garantía de su honestidad hacia las demás personas. Sin embargo otros la emplean como un medio para engañar a sus semejantes, utilizándola a su conveniencia para satisfacer sus egoístas deseos; sin importarle que su historial con la palabra quede determinado como poco confiable.
Contaré una breve relato acerca de mi experiencia con la palabra. Cierta ocasión una persona muy allegada a mi, me dio su palabra que ella sería honesta conmigo, que nunca me engañaría y que confíe plenamente en sus palabras, pues eran sinceras. Ingenuamente creí en sus promesas pero luego me enteré que aquellas palabras habían sido frases lindas que no eran ciertas; me engañó y lo peor de todo, traicionó su palabra y nunca la cumplió, provocando que yo desconfíe en las palabras de las otras personas.
Sin embargo me recuperé de ese golpe emocional, aprendí de aquella situación y comprendí que las palabras que te dicen las personas, debes tomarlas con serenidad, no desconfiar completamente en ellas, pero si guardar siempre el beneficio de la duda para nosotros; con el objetivo de estar preparados para cualquier eventualidad negativa, como las mentiras ó las traiciones.
A criterio personal, pienso que nadie confía plenamente en las palabras de las personas porque después de todo, saben que la debilidad humana es mentir. Una solución ante esto.... que todas las personas del mundo sean honestas, algo que es simplemente es una utopía.
Pero existe una solución más factible para evitar la desconfianza en la palabra de alguien; es s que simplemente las personas no utilicen su palabra para solventar algo que ellos saben que no pueden cumplir ó no sienten realmente. Es decir no prometer ni empeñar sus palabras por el bien de ella y de las personas que las escuchan.


Jimmy Vásquez B.



viernes, 21 de enero de 2011

Inspiración guayaquileña

Siendo este un blog de arte, quisiera compartirles algo de mi arte, aquí les dejo una obra teatral de mi autoría sobre la historia y fiestas de la ciudad de Guayaquil. Si la leen con un poquito de imaginación, la van a disfrutar mucho :D!


A GUAYAQUIL...

Niña: abuelito me puedes ayudar, tengo que preparar una obra sobre como se celebraba las fiestas en Guayaquil... imagínate taaanto trabajo y lo peor es que no tengo idea sobre que escribir. ¿Cómo celebrabas tú las fiestas abue?
Abuelo: ay, ha pasado tanto tiempo, ¿sabias que yo conocí a tu abuela en esas fiestas?
Niña: en serio, no lo sabía. ¿Donde está mi abuelita?, para que los dos me cuenten sobre como se conocieron
Abuelo: amor ¿recuerdas cómo nos conocimos?
Abuela: si, yo me acuerdo cuando tu abuelito era un niñito, yo iba siempre a la misa en la catedral, y tu abuelo jugaba en la Plaza de la Estrella.
Abuelo: tu abuelita era una niña bien bonita, con su vestido de gala, y su mantilla, siempre tan bonita.
Niña: ¿que plaza de la estrella?
Abuelo: ahora le dicen parque de las iguanas, pero se la conoce de muchas formas.
Abuela: como parque simón Bolívar o parque seminario, allí se realizaban las fiestas del patrono de la ciudad, Santiago, y tu abuelo estaba siempre en los juegos que allí se hacían.
Abuelo: como podría olvidarlo tu abuelita salía de misa, como es costumbre en la fiesta del santo, y toda la ciudad estaba arreglada y lista para empezar los pregones. Estaban lo juegos tradicionales, que eran para los chicos, como el palo encebado.
Abuela: tu abuelo esta compitiendo en la carrera de los ensacados, el siempre ganaba.
Abuelo: y como no si tenia que impresionar a tu abuelita. También teníamos las ollas mágicas.
Niña: ¿qué son esas?
Abuela: se parecen a las piñatas tenían ranas, anilina, dinero y caramelos,  ahora le ponen más cosas, esas que le gustan a los niños de ahora
Niña: suena divertido, ¿solo hacían eso? O ¿había algún otro acto especial?
Abuela: también ponían una gran tarima como para palco por las corridas de toros en la plaza de Sto. Domingo y comedia en la Concepción o Matriz. Y todos comíamos los típicos muchines con miel, o las humitas y chocolate de el cacao de las fincas, recuerdo que traían ese queso fresco del campo bien saladito.
Abuelo: había un pregón como los de ahora, una vez en el colegio desfile en ese pregón con el traje de mi abuelo y un fusil
Abuela: se veía tan elegante. Ese día me cortejó con amorfinos
Niña: enserio abuelito, ¿que le decías?
Abuelo: unas coplas que me enseñaba mi papá y otras las hacía yo, tenias que ser bien hábil para cortejar a las muchachas.
Abuela: pero dile a la niña unos ejemplos para que los escriba en su trabajo.
Niña: si abuelito
Abuelo:
·        Si el corazón me pidieras, del pecho me lo sacara, a que tu lo poseyeras, sin corazón me quedara.
·        Señorita yo soy pobre, pobre pero cariñoso, yo soy como el espinazo, pelado pero sabroso.
·        Eres chiquita y bonita, eres como yo te quiero, pareces campanillita, recién hecha del platero.
Abuela:
·        Para la chola el cholito, para la señora el señor, vallase caballerito, a otra parte con su amor.

Abuelo: y siempre estaba la chismosa de tu vecina, que cuando llevaba serentas como era tradición me tiraba baldes de agua y le avisaba a tu mamá ¿te acuerdas?
Vecina:
·        Señora cierre la puerta, que tiene hijas muy donosas, si entra algún pobre, darán su corazón por limosna.
·        Hermosa cierra la puerta, aldaba tu corazón, si dejas la entrada abierta ¿Qué culpa tendrá el ladrón?
Abuelo:
·        Corazón sufre callado, no publiques tu pesar, pues el pesar publicado, otros miles suele llamar.
Vecina 2:
·        Piensan los enamorados, piensan y no piensan bien, piensan que nadie los mira, y todo el mundo los ve.
Abuela: que tiempos aquellos, tu abuelito era bien insistente y además supo ganarse a mi familia, como siempre fue un muchacho trabajador y honrado, y ganaba todos esos concursos.
Niña 1: abuelito si has sido todo un conquistador
Abuelo: je je je al poco tiempo del cortejo nos casamos en la iglesia Mayor y siempre recuerdo esas fiestas.
Niña: creo que tengo suficiente información para escribir la obra, que les parece si damos una vuelta por el Malecón
Abuela: claro vamos, y al regreso comemos muchines.



ANA MARIA CANDELL SALDARREAGA

Decir mucho, decir poco... Reflexiones de una mañana de enero

Y bueno, pensando durante la mañana que poder decir en este espacio, me di cuenta que me encuentro en la misma encrucijada que expongo en el título de esta entrada, ¿Qué decir? Y pensé, utilizaré la palabra para exponer el dilema en el que me encuentro en este momento.

Sobre decir mucho:

Puedo escribir horas y horas y a la vez no decir nada, como a su vez, puedo hacer una investigación sobre la importancia de saber hacer un buen discurso, en dónde la audiencia no se canse de escuchar una intervención tan larga. Y es que decir mucho no significa saber más, ni mucho menos, ser superior. Muchas personas piensan eso, quizás en algún momento de nuestras vidas a cada uno de nosotros nos ocurra que pretendemos ser superiores y utilizamos el medio equivocado, el exceso de palabras. Según la psicología, esta forma de mostrarse al mundo, y de presentar a los demás el conocimiento, solo demuestra inseguridad en uno mismo. Entonces alardear con demasiada palabra, sin una argumentación buena de lo que se dice, solo nos lleva a pensar… este chico/a está loco/a. y bueno, un temita que les dejo para reflexionar.
Otro tema que sale a la luz cuando tocamos este tema se encuentra relacionado con el tema HECHOS VS. PALABRA. Y la frase en sí es. “Un hecho dice más que mil palabras”… El análisis de este tema queda en sus manos.

Sobre decir poco:

¡Si tu silencio es más inteligente que tus palabras, mejor quédate callado! Y es que hay gente tan inoportuna, que no saben cuando callarse, a mi me pasa, jajajajaja, pero ese no es el tema. De esos que dicen mucho, viene su opuesto, decir poco y esto hay que reflexionar también un “poco”. Regresando a la psicología, las personas que dicen poco pueden ser  tímidas e introvertidas. Pero volviendo a mis reflexiones, creo que eso puede variar, porque su silencio quizás signifique que no tengan nada bueno que decir.
Ahora, ¿qué ocurre cuando se sabe algo importante y se dice poco? Si fuese la religión la que lo juzgara diría: “eso es pecado de omisión”. Pero creo que hay veces en las que uno no debe intervenir en decisión o hechos que compete a terceros. Por supuesto que esto depende de muchas variables, el “algo importante”, lo “poco” del contenido que se diga acerca del problema, los involucrados, entre otros. Por ejemplo, si se trata de un chisme, el decir poco quizás sea una buena decisión, y mejor si no se dice nada, porque no nos compete el asunto y si así lo fuese, no es una información certera, que mal manejada puede causar mucho daño. Pero como expliqué antes, este asunto depende de muchas variables, por las que hay que pensar, tarea para ustedesJ!

Conclusión que saqué en esta mañana de enero: No decir, ni mucho, ni poco. Solo lo que verdaderamente sea importante decir.




ANA MARÍA CANDELL SALDARREAGA

jueves, 13 de enero de 2011

La palabra..!!

"Las palabras tienen poder de vida o muerte..."

Desde que nacemos estamos rodeados de palabras, frases que al inicio no tienen ningun significado en nuestras vidas pero que con el pasar del tiempo esas palabras se vuelven en los ejes de nuestras vidas...
Desde el inicio aprendemos a valorar y a comprender las distintas palabras, al creecer nos enseñan palabras que se vuelven indispensables palabras como familia, amigos, ternura, amor... comienzamos a valorar esas palabras, a tomarles importancia, a tal punto que se vuelven indispensables en nuestras vidas, tan sencillas palabras pero que para cada persona tienen un gran significado... La  familia una simple palabra como esa, un tesoro para las personas, una fuente de amor. Amigos, al escuchar esa pequeña palabra, es inevitable para las personas pensar en un sin numero de recuerdo, un sin numero de sentimientos...  Amor ni para que hablar los efectos de esta palabra tan magica, una palabra de 4 letras que vuelve loco hasta el ultimo ser humano, es esa palabra la que aunque sea una vez nos ha quitado el sueño...
Y asi atraves del pasar del tiempo vamos descubriendo mas  y mas palabras que van adquiriendo peso en nuestro diario vivir, comienzan a existir las palabras problemas, desamores, preocupaciones, y tambien les vamos dando importancia a esas palabras... 
 En el mundo entero las palabras tienen gran importancia y provocan distintas emociones sobre nosotros nos aterra palabra guerra, enfermedad, caos; mientras que la palabra paz, armonia, union nos provoca una gran alegria...
Las palabras son simplemente metodos de expresion, son como las monedas con una doble cara con un doble sentido, la palabra mas hermosa puede ser transformarse en la peor pesadilla si es que no la vemos del lado correcto, las palabras son elementos subjetivos por excelncia, las palabras adquieren  el significado que nosotros les demos mas no el que en realidad poseen...
Una palabra que es una palabra??? una sucesion de letras con un significado... las palabras son vacias el significado que adquieran para nosotros ese es el importante... 
Una palabra de aliento 
una palabra de apoyo
una palabra de amor 
son simples palbras vacias
si no se las dice de corazon...

ALEJANDRAARELLANO

sábado, 8 de enero de 2011

La emancipada de Miguel Riofrío




Esta obra fue publicada en 1879 y, a criterio personal, es un excelente escrito hecho por este literato nacido en Loja porque narra la historia de amor entre 2 jóvenes, los problemas que enfrentan y sobre todo el fatal desenlace en el que termina la vida de la protagonista. Además es muy breve, pero se entiende perfectamente el mensaje de la obra; produciendo que el lector sea capaz de quedarse leyendo detenidamente la misma sin temor a perderse algún detalle de la trama.
Miguel Riofrío en la historia de la obra narra la vida de Rosaura, una joven de clase media que está perdidamente enamorada de Eduardo, un joven de familia humilde; pero el padre de Rosaura, Don Pedro, los separa y la obliga a casarse con un hombre maduro de gran fortuna llamado Don Anselmo. Rosaura acepta el matrimonio pero se escapa el día de la boda y se dedica a llevar una vida libertina; finalmente ella muere producto de su vida descarrilada y luego de que Eduardo, ahora convertido en sacerdote, la quiere ayudar a volver a la senda de la rectitud y le asegura que él ya no la ama como antes.
Para críticos como Letty Boada de Echeverria,  la Emancipada debería considerarse como la novela que inició el romanticismo en el Ecuador pues introduce en la literatura nacional el drama de dos protagonistas  perdidamente enamorados, pero que terminan siendo separados por las costumbres de la época e incluso con la triste muerte de uno de ellos.
Sin duda alguna es una obra que vale la pena leer por su temática romántica, el drama de la protagonista y los detalles de su vida, además es de extensión corta pero narra una gran historia.


Jimmy Vásquez B.