viernes, 29 de octubre de 2010

¿Por qué no hemos venido a vivir en la tierra?

"Porque no hemos venido
a vivir en la tierra.
Sólo venimos a soñar.
Sólo venimos amar
aquí en la Tierra".


César Andrade Dávila, es sin duda alguna, un poeta, que comprendió la tragedia que sufrío el indígena con la invasión española en tierras americanas. Es poeta, es peridiodista, es un hombre que tan solo se identificó con el  sufrimiento de este pueblo  que fue manejado por la avaricia del recién llegado español y lo hizo tan profundamente, que vivió y sintió como uno de ellos, plasmando, no se si decir magistral o fatalmente, la realidad que padecieron los aborígenes en su "Boletín y elegía de las mitas".

"Boletín y Elegía de las Mitas" es la obra más conocida del poeta, publicada en 1959 y comparada con "Alturas de Macchu Picchu" de Pablo Neruda, ya que  marcó un hito en la poesía americana y ecuatoriana.  Ha opinado Rodrigo Pesántez Rodas, es un poema de fundición, donde la historia se torna epopeya y el lirismo se vuelve monólogo y coro a la vez, para gritar la más grande profanación del siglo: la muerte y sacrificio de una raza de dioses dormida en el mito y de pronto despertada por la ambición conquistadora.

Y es que basta leer sus primeros versos, para comprender y adentrarse en el mundo de las mitas. Leyendo, poco a poco, uno se va perdiendo en los telares, uno se siente revolcado en el piso y escupido por una persona totalmente cruel y despiadada. y ahí replica César, ¿Por qué no hemos venido a vivir en la tierra? pareciera que sólo para ver sufrimiento y tristeza a nuestro alrededor.

Aunque parezca sufridora o que disfruto del sufrimiento ajeno, me pregunto ¿Todo este sufrimiento fue necesario para que surgiera de entre este pueblo  de  maltratados una de las mejores escuelas de artes de  América y el mundo? Saben decir que mientras más grande es la desgracia, más esplendoroso es un triunfo. Quizás ese sufrimiento de este pueblo fue necesario para que Andrade Dávila pudiera escribir esta magistral Boletín y elegía de las mitas, como para Guayasamín, por poner otro ejemplo, poder expresar en sus pinturas la tragedia de un pueblo.

 

Las manos de la protesta,
de la colección Edad de la Ira de Oswaldo Guayasamín




Ana Ma. Candell Saldarreaga

Fuentes:
El arte ecuatoriano, José María Vargas

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